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sábado, 29 de enero de 2011

“Es que no puedo hacer nada bien”


El que uno se culpe a sí mismo puede ser una reacción positiva. Por ejemplo: a una persona podrían robarle por culpa de andar sola por un vecindario peligroso. Ella podría reconocer que la culpa es suya por haberse metido en una situación como esa, y a partir de ese momento resolverse a cambiar y a evitar situaciones similares más tarde. Pero podría ir más allá, y culparse a sí misma por la clase de persona que es, diciendo: “Es que soy un descuidado, incapaz de evitarme a mí mismo problemas”. Este tipo de autoinculpación implica una censura de su personalidad y erosiona su amor propio.


Un ejemplo del efecto destructivo de la autoinculpación puede apreciarse en el caso de María, de treinta y dos años de edad. Durante seis meses había abrigado resentimientos hacia su hermana mayor debido a un malentendido. Una tarde puso a su hermana de vuelta y media por teléfono. Su madre, al saber lo que María había hecho, la llamó y la reprendió firmemente.
“Me enfadé con mi madre, pero estaba mucho más molesta conmigo misma porque me había dado cuenta del gran daño que le había hecho a mi hermana”, dijo María. Poco después de aquello, le gritó a su hijito de nueve años, que se estaba comportando mal. El niño se sintió muy desconcertado, y más tarde le dijo a su madre: “Mamá, gritabas como si hubieses querido matarme”.



María se sintió abatida. Dijo: “Me sentí como una persona horrible. Pensé: ‘Es que no puedo hacer nada bien’. Era todo cuanto podía pensar. Fue entonces cuando la depresión profunda realmente empezó”. Es evidente que su sentido de autoinculpación era destructivo.
¿Quiere esto decir que toda persona que sufre de una depresión profunda tiene poco amor propio? Naturalmente que no. Las causas son complejas y variadas., hay muchas emociones que pueden ocasionarlo, entre las que se hallan: un enfado que no ha sido zanjado, el resentimiento, un sentimiento de culpa —real o exagerado— y las disputas con otras personas que aún están sin resolver. Todo lo mencionado puede degenerar en un espíritu herido o en depresión.
Cuando Sara se dio cuenta de que su actitud mental era la raíz de una buena parte de su depresión, al principio se sintió abatida. “Pero entonces experimenté una medida de alivio —comentó—, porque pude comprender que si mi actitud mental la había ocasionado, también podría remediarla.” Sara comentó que esta idea le creó cierta emoción; dijo: “Me di cuenta de que si yo cambiaba respecto a mi manera de ver ciertas cosas, mi vida se vería afectada para bien a partir de ese momento”.

‘Al darme cuenta de que mi actitud mental era la causante de mi depresión, me sentí aliviada y reconfortada, porque entonces comprendí que podría remediarla.’

Sara hizo los cambios necesarios, y su depresión se disipó. Así mismo, María, Margaret y Elizabeth vencieron en su lucha.

LA RAIZ PSICOLOGICA DE LA DEPRESION

HE HECHO todo tipo de pruebas y no parece haber ningún trastorno físico —le dijo amablemente el doctor a Elizabeth—. Creo que usted está gravemente deprimida, y por alguna buena razón.”
Elizabeth, que suponía que tenía algún trastorno físico, comenzó a preguntarse si el doctor estaría en lo cierto. Pensó en la lucha diaria que durante los últimos cinco años llevaba sosteniendo con su ingobernable y, a menudo, incontrolable hijito de seis años de edad, a quien más tarde se le diagnosticó una deficiencia en su capacidad de atención. “La tensión y la ansiedad de cada día, que no cesaban, le pasaron a mi estado emocional una abultada factura —reconoció Elizabeth—. Llegué a un punto en que me sentía desesperada y dispuesta al suicidio.”
Como Elizabeth, muchas personas deprimidas, se han enfrentado a una gran cantidad de tensión emocional. De hecho, en un destacado estudio realizado por George Brown y Tirril Harris, estos investigadores británicos hallaron que la mujer deprimida tiene una proporción de “grandes dificultades” —tales como la mala vivienda o relaciones familiares tensas— tres veces mayor que la no deprimida. Estas dificultades han ocasionado una “considerable y, a menudo, incesante angustia” por un período de por lo menos dos años. Experiencias duras en la vida, como la muerte de un familiar cercano o un amigo, una enfermedad o un accidente grave, malas y desagradables noticias, o la pérdida del empleo, han sido cuatro veces más comunes entre mujeres deprimidas.
No obstante, Brown y Harris encontraron que la adversidad por sí sola no causa la depresión. Mucho depende de la reacción mental, así como de la vulnerabilidad emocional de la persona.





Todo parecía inútil”
Sara, por ejemplo, una esposa trabajadora y madre de tres niños, sufrió un tirón en la espalda en un accidente laboral. Su médico le dijo que tendría que restringir bastante su actividad física, pues se le había producido una fisura discal. “Pensé que todo mi mundo se venía abajo. Siempre había sido una persona activa, y me gustaba practicar deporte con mis hijos. Reflexioné en lo que esta pérdida significaría para mí, y pensé que nunca mejoraría. Perdí la alegría de vivir. Todo parecía inútil”, reconoció Sara.
Su reacción ante el accidente la indujo a pensamientos desesperanzados respecto a su vida en conjunto, y esto alimentó la depresión. Como dijeron Brown y Harris en su libro (Social Origins of Depression): “Esto [el incidente inductor, como el accidente de Sara] puede hacer que la persona piense que, en general, su vida carece de esperanza. Es esta generalización de la desesperanza lo que creemos que constituye el núcleo del trastorno depresivo”.
Pero, ¿por qué muchas personas se sienten incapaces de sobreponerse al daño que ocasiona una pérdida dolorosa y caen en una depresión profunda? ¿Por qué Sara, por ejemplo, fue tan vulnerable a esos pensamientos negativos?
‘Soy indigna’
“Siempre me ha faltado confianza en mí misma —dijo Sara—. Tenía muy poco amor propio, y me sentía indigna de cualquier atención.” Los dolorosos sentimientos relacionados con nuestra falta de amor propio son con frecuencia el factor crucial. “A causa del dolor del corazón hay un espíritu herido”, dice Proverbios 15:13. La Biblia muestra que un espíritu deprimido puede ser el resultado, no de presiones externas únicamente, sino de recelos internos. ¿Qué puede ocasionar el que se tenga tan poco amor propio?
Una parte de nuestro pensamiento queda configurado por la educación que recibimos. “De niña, nunca recibí elogios de mis padres —comentó Sara—. No recuerdo haber recibido nunca un cumplido hasta que me casé. En consecuencia, siempre procuraba la aprobación de otras personas. Tengo un miedo terrible a ser rechazada.”
La intensa necesidad que Sara tenía de ser aprobada por otros es un factor común entre muchos de los que han llegado a estar gravemente deprimidos. La investigación ha revelado que tales personas tienden a hacer depender su amor propio de la aprobación y el amor que reciben de otros, más bien que de sus propios logros. Justiprecian su valía personal en la medida en que resultan agradables o atraen la atención de otras personas. Según un equipo de investigadores, “perder ese punto de apoyo resultaría en una pérdida de amor propio, lo que contribuiría significativamente a desencadenar la depresión”.

HOLA:

Hola a todos los que visitan este blog, quiero que sepan, que lo he creado, pensando en muchos de ustedes, si, aun que no los conozca. ¿Por qué? por que se y he visto que hay muchos seres en el mundo que andan sin un verdadero sentido por la vida, solo caminan por que ven a los demás hacer lo mismo, personas con problemas, dudas, incertidumbres, en fin, conflictos con su yo interno, pero también hay quienes ven la vida de una forma diferente, personas con un propósito, una esperanza, algo o alguien por que vivir. La vida es dura, y cada día que pasa lo sera mas, pero no hay por que rendirse, como dice una canción, "cuando más oscurece, es por que va a amanecer" Así que, adelante, vive la vida,se optimista, se positivo, la esperanza y la fe son cosas que nunca se deben acabar, Ama la vida, a tu semejante, ama a Dios, a su creación, amate a ti mismo, descubre lo bello que es vivir, y lo grandioso que se siente el vencer debilidades y vicios,...NO TE RINDAS, NO TE DES POR VENCIDO. Y siempre piensa esto, "Si quieres días buenos, debes fabricarlos"


En este blog publicare diferentes temas, que contribuirán al enriquecimiento de nuestra vida, algunos temas serán bajados de la red (Internet o san Google  jeje) y otras de revistas que traen el tema con la revista ¡Despertad! que algunos conocerán y otros no; de antemano digo, que no soy psicología, (aunque estudie un año psicología) y tampoco pretendo dar un tratamiento esencial, ya que todo problema psicológico, emocional o físico requiere de ayuda profesional, esto es solo información, para que comprendan lo que les pasa y consulten con las personas indicadas.


Gracias, y Adelante