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martes, 1 de marzo de 2011

¡Cuidado con la anorexia!


En su afán por adelgazar, algunos jóvenes han caído en las garras de la anorexia, un grave trastorno alimentario que lleva a la persona a prácticamente dejarse morir de hambre.
La anorexia puede presentarse de forma sutil. Una chica tal vez comience una dieta aparentemente inofensiva para perder un poco de peso. Pero cuando cumple su objetivo, sigue insatisfecha: aún se ve gorda cuando se mira al espejo. Así que decide adelgazar un poco más... y luego más..., pero nunca es suficiente. De este modo se inicia un círculo vicioso que acaba llevándola a la anorexia.
La persona anoréxica rehúsa comer o lo hace en cantidades tan pequeñas que acaba desnutrida. Antoinette dice que llegó a pesar 37 kilos (82 libras), muy poco para una joven de 17 años y 1,70 metros (5 pies y 7 pulgadas) de altura. “No consumía más de 250 calorías diarias y anotaba todo lo que comía”, dice ella.
Las anoréxicas están obsesionadas con la comida, y son capaces de cualquier cosa para no ganar peso. “Empecé a escupir la comida en una servilleta, haciendo ver que me estaba limpiando la boca”, explica Heather. Susan hacía mucho ejercicio para no aumentar de peso. “Casi todos los días —dice— corría 12 kilómetros [8 millas] o hacía una hora de natación, de lo contrario, me embargaban una angustia y un sentimiento de culpabilidad terribles. Y cada mañana sentía un inmenso placer, el único placer verdadero que tenía por lo general, cuando me subía a la báscula para confirmar que mi peso estaba muy por debajo de los 45 kilos [100 libras].”
Por irónico que parezca, algunas anoréxicas son magníficas cocineras y sirven comidas exquisitas que ellas se niegan siquiera a probar. “Cuando peor estaba —dice Antoinette—, era yo la que preparaba absolutamente todas las cenas en casa y también la bolsa del almuerzo para mi hermano y mi hermana menores. No dejaba ni que se acercaran a la nevera. Era como si la cocina fuese toda mía.”

Según el libro A Parent’s Guide to Anorexia and Bulimia (Guía para los padres sobre la anorexia y la bulimia), algunas anoréxicas “se vuelven exageradamente pulcras y llegan a exigir que toda la familia acate sus normas irrealistas y maniáticas. No pueden ver una revista, unas zapatillas o una taza de café fuera de lugar ni un momento. A veces se vuelven igual de maniáticas, o hasta más, con la higiene y la apariencia personal, llegando a pasar horas en el baño con la puerta cerrada y sin dejar que el resto de la familia entre a arreglarse para marcharse a la escuela o al trabajo”.


sábado, 29 de enero de 2011

La depresión infantil: “Quisiera no estar vivo”

Entrevista con el doctor Donald McKnew, del Instituto Nacional de Salud Mental, quien ha investigado este tema durante veinte años.

entrevistador: ¿Cuán extendido cree usted que está este problema?


McKnew: En un estudio reciente que se ha realizado en Nueva Zelanda con mil niños, se halló que, a la edad de nueve años, un 10% de los niños ya ha experimentado un incidente depresivo. Tenemos la impresión que de un 10 a un 15% de niños en edad escolar sufre trastornos en su estado de ánimo. Una cantidad más pequeña sufre de depresión profunda.


entrevistador: ¿Cómo puede usted determinar si el niño sufre una depresión profunda?


McKnew: Uno de los síntomas determinantes es que no encuentra satisfacción en nada. No quiere salir a jugar con sus amigos o estar con ellos. No se interesa en la familia. Se aprecia pérdida de concentración; no puede concentrar su atención ni siquiera en un programa de televisión, mucho menos en sus tareas escolares. Se observa en él un sentimiento de inutilidad, un sentido personal de culpa. Va diciendo de sí mismo que no vale o que nadie lo quiere. O bien no puede dormir, o duerme demasiado; o pierde el apetito, o come demasiado. Además, se le oye expresar ideas suicidas, como “quisiera no estar vivo”. Si se observara este conjunto de síntomas y duraran una o dos semanas, estaríamos ante un caso de un niño gravemente deprimido.


entrevistador: ¿Cuáles son los desencadenantes básicos de la depresión infantil?


McKnew: Cuando uno profundiza hasta aislar factores específicos en la vida de un determinado niño, probablemente halle que la causa principal sea una pérdida. Aunque por lo general se trata de la pérdida de uno de sus padres, puede tratarse también de un amigo, de parientes cercanos o hasta de un animal doméstico. Después de la pérdida de seres queridos, yo pondría la subestimación y el rechazo. Vemos a una gran cantidad de niños que son tratados injustamente, y a quienes sus padres hacen sentir pequeños e insignificantes. A veces a un niño se le hace servir de chivo expiatorio. Se le culpa de todo lo que va mal en la familia, sea la culpa suya o no. Por consiguiente, él se siente indigno. Otro factor es un trastorno en el estado de ánimo de uno de sus padres.


entrevistador: El libro Why Isn’t Johnny Crying? (¿Por qué Johnny no llora?), del cual usted es coautor, menciona que algunos niños deprimidos recurren a la droga y al alcohol, o hasta a un comportamiento delictivo. ¿Por qué?


McKnew: Creemos que ellos pretenden esconder su depresión hasta de sí mismos. A menudo, su manera de hacerle frente es por medio de mantenerse ocupados con otras cosas: el robo de coches, la drogadicción o la bebida. Estas son maneras de enmascarar lo mal que se sienten. De hecho, el tratar de ocultar su depresión es uno de los rasgos más evidentes que hace que la depresión infantil difiera de la de los adultos.


entrevistador: ¿Cómo puede usted determinar que se trata de depresión y no de un mal comportamiento del niño?


McKnew: Por medio de hablar con él y lograr que se abra, se encuentra a menudo la depresión. Y si esta se trata adecuadamente, su comportamiento mejorará. Aunque lo aparente pareciera ser otro síntoma, la depresión estaba ahí, encubierta.


entrevistador: ¿Cómo se logra que un niño deprimido se abra?


McKnewEn primer lugar, hay que escoger un tiempo oportuno y un lugar tranquilo. Luego, hay que hacer preguntas concretas, como: “¿Hay algo que te está molestando?”, “¿te sientes triste o melancólico?”, “¿estás disgustado?”. Si el niño ha sufrido la pérdida de un ser querido, se le podría preguntar, en función de las circunstancias: “¿Echas de menos a tu abuela tanto como yo?”. Ha de dársele una oportunidad de exteriorizar sus sentimientos.


entrevistador: ¿Qué le recomendaría usted a un niño profundamente deprimido que hiciera?


McKnew: Que hable con sus padres. Detectar la depresión es un asunto serio, ya que, por lo general, solo el niño sabe que está deprimido. Sus padres y sus maestros normalmente no lo aprecian. He visto adolescentes que han ido a sus padres y les han dicho: “Estoy deprimido, necesito ayuda”, y la han recibido.


entrevistador: ¿Cómo puede un padre ayudar a un niño deprimido?


McKnew: Si la depresión tiene un efecto debilitante, no debe tratarse en casa, como tampoco se trataría una pulmonía. Una depresión debilitante debe ser atendida profesionalmente, porque pudiera ser necesaria alguna medicación. Empleamos medicación en más de la mitad de los casos que tratamos, aun con niños a partir de los cinco años de edad. También tratamos de reajustar el modo de pensar del niño. Por estos medios, la depresión es sumamente curable.


entrevistador: Si no es una depresión debilitante, ¿qué pueden hacer los padres?


McKnew: Reflexionar sinceramente sobre sí mismos y su familia. ¿Ha habido alguna pérdida grave que ha de comentarse y considerarse con el niño? Cuando se pierde un ser querido, no minimizar la tristeza del niño. Ha de permitírsele que dé salida a su pesar. Den al niño deprimido una cantidad especial de atenciones, elogios y apoyo emocional. Pasen algún tiempo adicional únicamente con él. Comprometerse afectivamente con el niño es el mejor tratamiento que se le puede dar.


DEPRESION INFANTIL

Durante un largo período de tiempo la comunidad científica, sostenía que la Depresión Infantil no existíain sinembargo, en el mundo real existían niños deprimidos y algunos clínicos empezaron a revelarse contra la ortodoxia que vetaba la posibilidad de su existencia. Esto empezó a ocurrir hacia los años 40 en distintos campos de la psicología aplicada, y comenzaron a aparecer estudios relacionados con la depresión infantil, bajo los nombres de Akerson (1942); Spitz (1945); Bowlby (1951), entre otros.
A principios de los años sesenta Harlow (1961) observa, en los monos separados de sus madres, exactamente el mismo tipo de conductas que habían señalado Spitz y Bowlby en los niños. El carácter experimental de la psicología comparada, produjo un impacto especial para este tipo de hallazgos y comenzó a tomarse un poco más en serio la posibilidad de la existencia de la depresión en los niños, puesto que los monos parecían ser capaces de desarrollarlas.

La depresión infantil puede definirse como una situación afectiva de tristeza mayor en intensidad y duración que ocurre en un niño. Se habla de depresión mayor, cuando los síntomas son mayores de 2 semanas, y de trastorno distímico, cuando estos síntomas pasan de un mes.

Haciendo que los colores trabajen para uno



¿POR qué disfruta usted de ver un cielo despejado? ¿Qué le hace clavar la mirada en un hermoso arreglo floral? Cuando se forma un arco iris cerca, ¿qué le impulsa a contemplarlo?
En cada caso, ¿no son los hermosos colores? Los colores tienen un poderoso efecto sobre los seres humanos. Si se les usa con destreza, los colores pueden alegrar a un alma deprimida, estimular la producción en el trabajo, calmar nervios irritados y servir otros propósitos útiles.
Pero en realidad, ¿qué es el color? ¿Cómo se puede hacer que los colores trabajen para uno?
Colores... ¿de dónde?


Tal vez cerca de usted haya un frutero con manzanas de color rojo brillante. ¿Sabe usted que en sí mismas las manzanas no son rojas? Tampoco es verde el césped que alfombra su patio. Los objetos en sí no poseen color alguno. Lo que parece como color proviene de otra fuente, no de los objetos que vemos. 



¿Cómo es eso?
El color proviene de la luz. Cuando no hay luz, como en una noche oscura, los objetos carecen por completo de color. ¿Cómo obran recíprocamente la luz y las cosas para producir los colores?


El Sol emite una vasta cantidad de “energía electromagnética,” o “radiación.” En ésta hay una estrecha banda de longitudes de onda que son visibles. La más larga de éstas solamente mide unas 8 diezmilésimas de milímetro de cresta a cresta, y la vemos como luz roja. A medida que las ondas de luz se hacen progresivamente más cortas, las vemos como anaranjado, amarillo, verde, azul, azul turquí y violado.



 Las longitudes de onda que producen luz violada miden solamente 4 diezmilésimas de milímetro de cresta a cresta.
¿Y la luz blanca? Esta aparece cuando se mezclan todas las longitudes de onda, como en el caso de la luz solar. Solo al separarse las longitudes de onda vemos los colores individuales que componen la luz solar.


Esto puede demostrarse con un pedazo de cristal blanco de forma triangular llamado prisma. Si enfocamos un haz delgado de luz blanca sobre una pantalla blanca e interponemos el prisma entre la luz y la pantalla, lo que aparece en la pantalla no será luz blanca, sino el entero espectro de colores: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, azul turquí y violado. ¿Por qué sucede esto? Porque el prisma refracta cada longitud de onda de un modo diferente, y de esa manera las separa. 



Es probable que usted haya observado un efecto similar después de una tempestad de lluvia, pues las gotas de agua en el aire obran como prismas que descomponen la luz solar en sus colores básicos... produciendo el arco iris multicolor.
Cosas en colores... ¿por qué?


Pero, ¿por qué vemos los objetos como si fueran rojos, amarillos, azules y de otros colores? Esto se debe a que varias sustancias llamadas pigmentos absorben ciertas longitudes de ondas luminosas y reflejan otras. El reflejo que recibe el ojo da la sensación de ser el color del objeto. Por ejemplo, la hierba parece verde porque sus pigmentos absorben todas las longitudes de ondas luminosas menos la verde, que es la que nos refleja. Si un objeto absorbe todas las longitudes de ondas luminosas parece negro. Por ejemplo, así sucedería si usted iluminara una toalla azul solamente con luz amarilla o luz roja. Puesto que el pigmento de la toalla solamente refleja el azul y no hay azul en la luz amarilla ni en la luz roja, la toalla absorbería toda la luz amarilla o toda la roja y parecería negra. Por lo tanto, el negro no es un color, sino la ausencia de color.


Los científicos hablan de ciertos “colores primarios.” De éstos se puede hacer el mayor número posible de combinaciones. Los colores primarios de la luz son el rojo, el azul y el verde. 



Cuando se combinan la luz roja y la azul, el resultado es rojo azulado llamado magenta. El mezclar luces azul y verde produce un verde azulado que en inglés llaman cyan. Las luces roja y verde al combinarse forman el amarillo. La combinación de estas tres produce la luz blanca.

Sin embargo, no se obtienen los mismos resultados al mezclar las pinturas. Esto se debe, en este caso, a que uno está mezclando pigmentos que reflejan la luz más bien que mezclando luces de diferentes colores. Por lo tanto, los colores primarios de la luz no son iguales a los de la pintura.



 En pintura los tres colores que producen la mayor variedad de combinaciones son el rojo, el amarillo y el azul. El mezclar dos colores primarios de pintura produce un “color secundario,” que está entre los dos colores primarios que se usaron. El rojo y el amarillo producen el anaranjado; el amarillo y el azul producen el verde; y el azul y el rojo producen el violado, o púrpura como algunos prefieren llamarlo. Entre los colores primarios y los secundarios están los “colores intermedios.” Estos son el anaranjado amarillento, el anaranjado rojizo, el violado rojizo, el violado azulado, el verde azulado y el verde amarillento.


¿No le gustaría aprender a usar los colores? Si así es, la “rueda de colores” y el “triángulo de colores” pueden serle útiles. ¿Qué son éstos?

Exteriorizar sus sentimientos


Sara se sentía profundamente resentida por haber tenido que asumir responsabilidades familiares unilateralmente, así como por la presión de atender un trabajo seglar. “Pero yo había retenido esos sentimientos en mi interior —dijo Sara—. Una noche, sintiéndome desesperada, telefoneé a mi hermana menor y, por primera vez en mi vida, empecé a dar salida a mis sentimientos. Esto supuso para mí un giro de noventa grados, pues aquella llamada me proporcionó mucho alivio.”

Por consiguiente, si se siente deprimido, busque a alguien capaz de mostrar empatía y en quien pueda confiar. Puede ser su cónyuge, un amigo íntimo, un familiar, un ministro religioso, un médico o un consejero profesional. Una medida imprescindible para vencer la depresión, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Journal of Marriage and the Family (Revista sobre el Matrimonio y la Familia), es “tener a mano a alguien en quien apoyarse y con quien compartir las penalidades de la vida”.

El que uno exprese en palabras sus sentimientos constituye un proceso curativo que evita que la mente trate de negarse a reconocer la realidad de un problema o de una pérdida, y deje el problema sin resolver. Pero exteriorice sus verdaderos sentimientos. No permita que un falso sentido de orgullo, procurando dar la impresión de impavidez ante la adversidad, le inhiba. “La solicitud ansiosa en el corazón de un hombre es lo que lo agobia, pero la buena palabra es lo que lo regocija”, dice Proverbios 12:25. Solo por medio de exteriorizar sus sentimientos, otros podrán empezar a comprender su “solicitud ansiosa” y ofrecerle una “palabra” de ánimo.

“Cuando llamé a mi hermana, solo pretendía que simpatizara con mi causa, pero conseguí mucho más —mencionó Sara—. Me ayudó a ver en qué estaba equivocado mi modo de pensar. Me dijo que estaba echándome encima demasiada responsabilidad. Y, aunque al principio no era eso lo que yo hubiese querido escuchar, cuando comencé a aplicar su consejo, sentí como si empezara a quitarme un enorme peso de encima.” Cuán ciertas son las palabras de Proverbios 27:9: “Aceite e incienso son lo que regocija el corazón, también la dulzura del compañero de uno debido al consejo del alma”.
Es ‘dulce’ tener un amigo o un cónyuge que hable con franqueza y ayude a ver las cosas en su justa perspectiva. Esto puede ayudarle a enfocar su atención en un solo problema a la vez. De modo que, en lugar de ponerse a la defensiva, agradezca profundamente esa clase de “dirección diestra”. Tal vez usted necesite a alguien que después de varias conversaciones pueda señalarle algunos objetivos a corto plazo que le indicarán los pasos que usted ha de ir dando a fin de corregir su situación y así reducir, o eliminar, la fuente de su tensión emocional.
El luchar contra la depresión exige que uno luche contra la falta de amor propio. ¿Cómo se puede luchar con destreza contra ese sentimiento?

Cómo vencer la depresión


Un proverbio Bíblico dice, “CON dirección diestra te ocuparás en tu guerrear” Proverbios 24:6. Se requiere dirección diestra y no solo buenas intenciones para ganar una batalla. También es cierto que, si usted sufre de depresión, no desearía hacer algo inadvertidamente que le hiciera sentirse peor. Por ejemplo: un estudio sobre personas depresivas realizado en 1984 halló que algunos trataban de hacer frente a la depresión por medio de ‘descargar su ira sobre otras personas, o reducir la tensión por medio de beber más, comer más e ingerir más tranquilizantes’. El resultado: “Aumento de la depresión y de los síntomas físicos”.


Algunas personas deprimidas rehúyen buscar “dirección diestra” porque temen que se les considere enfermos mentales. Sin embargo, la depresión profunda no es indicio de deficiencia mental ni de debilidad espiritual. Las investigaciones demuestran que este grave trastorno puede presentarse cuando se produce en el cerebro una disfunción química. Como esta puede ser ocasionada por un trastorno físico, si usted ha estado profundamente deprimido por un período superior a dos semanas, es conveniente que se haga un examen médico. Si el examen revelara que el problema no obedece a un trastorno físico, entonces la depresión a menudo puede aliviarse por medio de ajustar el modo de pensar y con la ayuda de alguna medicación o los nutrientes apropiados. El que uno venza la depresión no significa que nunca volverá a padecer de un estado de ánimo deprimido. La tristeza es parte de la vida. No obstante, si uno dirige diestramente sus golpes, podrá desenvolverse mejor ante la depresión.


Es frecuente que el médico prescriba antidepresivos. Estos fármacos están preparados para eliminar el desequilibrio químico. Elizabeth, mencionada anteriormente, los empleó, y en unas semanas su estado de ánimo comenzó a mejorar. “Aun así, además del empleo de los medicamentos, tenía que esforzarme por cultivar una actitud positiva —dijo ella—. Con el ‘empuje’ que me daba la medicación, me sentía determinada a mejorarme. También mantuve un programa diario de ejercicios físicos.”
Sin embargo, el uso de antidepresivos no siempre da resultados. En algunas personas se presentan efectos secundarios problemáticos. Y aun si la disfunción química se corrige, a menos que uno corrija su enfoque mental, la depresión puede volver. No obstante, se puede obtener mucho alivio si uno está dispuesto a hacer ciertos cambios.

LA RAIZ PSICOLOGICA DE LA DEPRESION: El perfeccionismo.

Una preocupación exagerada por lograr la aprobación de otras personas tiene a menudo manifestaciones inesperadas. Sara explica: “Me esforzaba por hacer todo a la perfección, de modo que pudiese lograr la aprobación que no había conseguido de niña. En mi trabajo seglar, procuraba hacer las cosas con toda precisión. Tenía que tener una familia ‘perfecta’. Me había configurado una imagen que debía mantener”. Sin embargo, cuando tuvo el accidente, le pareció que todo se había perdido. “Yo creía que gracias a mí la familia marchaba bien, y temía que si no podía desenvolverme, la familia se vendría abajo y la gente diría: ‘Es una mala madre y esposa’.”
Estos pensamientos condujeron a Sara, (mencionada en el articulo anterior), a una depresión crónica. La investigación sobre la personalidad de los deprimidos manifiesta que su caso no es único. Margaret, quien también sufrió de una grave depresión, reconoce: “Me preocupaba lo que otros pensaran de mí. Era una perfeccionista, siempre pendiente del reloj y preocupada por tener las cosas organizadas”. Fijarse objetivos irreales o ser excesivamente concienzudo y, sin embargo, no poder satisfacer nuestras propias exigencias es la raíz de muchas depresiones. Eclesiastés 7:16 advierte: “No te hagas justo en demasía, ni te muestres excesivamente sabio. ¿Por qué debes causarte desolación?”. Procurar parecer casi “perfecto” ante otros puede ocasionar aflicción emocional y física. Las frustraciones también pueden redundar en una especie de autoinculpación destructiva.


HOLA:

Hola a todos los que visitan este blog, quiero que sepan, que lo he creado, pensando en muchos de ustedes, si, aun que no los conozca. ¿Por qué? por que se y he visto que hay muchos seres en el mundo que andan sin un verdadero sentido por la vida, solo caminan por que ven a los demás hacer lo mismo, personas con problemas, dudas, incertidumbres, en fin, conflictos con su yo interno, pero también hay quienes ven la vida de una forma diferente, personas con un propósito, una esperanza, algo o alguien por que vivir. La vida es dura, y cada día que pasa lo sera mas, pero no hay por que rendirse, como dice una canción, "cuando más oscurece, es por que va a amanecer" Así que, adelante, vive la vida,se optimista, se positivo, la esperanza y la fe son cosas que nunca se deben acabar, Ama la vida, a tu semejante, ama a Dios, a su creación, amate a ti mismo, descubre lo bello que es vivir, y lo grandioso que se siente el vencer debilidades y vicios,...NO TE RINDAS, NO TE DES POR VENCIDO. Y siempre piensa esto, "Si quieres días buenos, debes fabricarlos"


En este blog publicare diferentes temas, que contribuirán al enriquecimiento de nuestra vida, algunos temas serán bajados de la red (Internet o san Google  jeje) y otras de revistas que traen el tema con la revista ¡Despertad! que algunos conocerán y otros no; de antemano digo, que no soy psicología, (aunque estudie un año psicología) y tampoco pretendo dar un tratamiento esencial, ya que todo problema psicológico, emocional o físico requiere de ayuda profesional, esto es solo información, para que comprendan lo que les pasa y consulten con las personas indicadas.


Gracias, y Adelante