sábado, 29 de enero de 2011

Una valiosa esperanza


La Biblia habla de un tiempo en el futuro cercano en el que Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. (Revelación 21:3, 4.) El Reino de Dios traerá entonces a todos sus súbditos terrestres una completa curación física y mental. (Salmo 37:10, 11, 29.)


No solo se removerá el dolor físico, sino también desaparecerá el angustioso dolor del corazón y su aflicción. Jehová promete: “Las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón. Pero alborócense y estén gozosos para siempre en lo que voy a crear”. (Isaías 65:17, 18.) ¡Qué alivio será para la humanidad verse libre de las cargas del pasado y poder levantarse cada día con la mente totalmente clara y despejada, deseosa de acometer las tareas de la jornada! Nunca más será estorbada la humanidad por la espesa niebla de la depresión.


Al no haber ‘más muerte ni lamento ni clamor’, el sentimiento por las trágicas pérdidas de seres queridos y las tensiones emocionales diarias que ahora inducen a la depresión habrán desaparecido. Como entonces la bondad amorosa, la veracidad y la paz predominarán en las relaciones entre unos y otros, también cesarán los enfrentamientos amargos. (Salmo 85:10, 11.) 


Al removerse los efectos del pecado, ¡qué gozo será el finalmente poder satisfacer a la perfección las normas divinas de la rectitud y disfrutar de plena paz interior!


Esta animadora perspectiva es un gran incentivo para persistir en la lucha sin importar cuán intensa llegue a ser la depresión. Porque en el nuevo mundo de Dios, la humanidad perfeccionada habrá conquistado la victoria absoluta sobre la depresión. ¡Qué buenas nuevas son estas



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